top of page

¿Has perdido el don?

Un don se define casi igual que un talento se entiende que es algo para lo que eres bueno, no tuviste que desarrollarlo sino que es una habilidad con la que naces, la diferencia con el don es que este se le reviste de cualidades sobrenaturales o espirituales ya que se entiende como un regalo divino, pero prácticamente es lo mismo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Todos tenemos un don de diversas naturalezas y que podemos utilizar en diferentes contextos, si quieres saber cuál es el tuyo (o los tuyos) tan sólo piensa en aquello para lo que eres naturalmente bueno, también puede ser aquello que admiras de alguien más, o bien aquello que al hacerlo pierdes la noción del tiempo, fluyes y lo disfrutas muchísimo; así mismo recuerda aquellas habilidades que tenías cuando eras pequeño y que con los años perdiste; por último puedes reflexionar sobre aquellas cosas que siempre te reconocen y agradecen las demás personas, pregúntales porque probablemente te sorprenderás.

Como bien sabes, lo que no usas se atrofia, pero lo mismo sucede cuando no lo valoras o incluso si lo temes o te avergüenzas de ello, debido a prejuicios propios o ajenos, como lo son aquellas habilidades o talentos que son propios del sexo opuesto por ejemplo.

Tus dones son tuyos, no puedes perderlos porque tenerlos te ha costado práctica en momentos anteriores a esta existencia que conoces, son propios de tu alma y ahí están dormidos para cuando quieras recuperarlos.  En la medida en la que creces, tu personalidad se va desarrollando y cada etapa de vida requiere una atención diferente debido a las necesidades propias de cada etapa; así que es normal y común que al paso del tiempo tus dones y talentos se debiliten y queden adormecidos dentro de ti. 

Pero basta con que ubiques tus dones y talentos, los reconozcas y tengas la suficiente fe en ti como para despertarlos nuevamente; para ello puedes aliarte de algún estudio o entrenamiento que te ayude a ponerlo en práctica para que se fortalezca y poco a poco le puedas imprimir tu sello personal, tu forma particular de hacerlo; no importa el tiempo que te lleve que seguramente no será mucho, y tampoco importa la naturaleza del mismo, ya sea si se trata de un don social, físico, mental, práctico o espiritual, igualmente puedes reactivarlo  ponerlo al servicio de las personas, pero sobre todo disfrútalo y diviértete en el proceso.

Por Caanly Hernández Galán

Si deseas una consulta de manera presencial o en línea haz click aquí

don.jpg
bottom of page