El perdón es un regalo que te das a ti mismo y que por supuesto que beneficia a la persona que se lo otorgas; pero más que eso, en esencia, es un cambio de percepción acerca de todo; es decir, el perdón a nivel psicológico se consuma tomando en cuenta varios aspectos y puntos de vista, como lo son las personas involucradas, la relación entre ellas, el motivo o el daño causado y todos los detalles y variables que existen en todos los anteriores.
En el cambio de percepción la víctima y el victimario tendrían que dejar de verse como tales, además el lugar del daño o la ofensa tendría que ocuparlo el del aprendizaje que eso te trae a tu vida y cómo te ha transformado para bien lo que ha sucedido. El perdón para que sea posible te permite desarrollar una inteligencia espiritual que no sería posible entrenar si no fuera por las cosas difíciles y algunas veces irremediables por las que pasamos.
Es cierto que el perdón es más fácil cuando hay una disculpa sincera de por medio, porque esto significa una toma de conciencia y garantiza que el daño o la ofensa no se repetirá; sin embargo, muchas veces por diversas circunstancias, esto no es posible. Sin embargo, es necesario señalar que el perdón no tiene por qué estar condicionado a ninguna circunstancia en particular debido a que quien más se beneficia de él es quien lo da, es decir, perdonar te permite pasar página y continuar con tu vida, además te abre las puertas a todas las cosas buenas y en abundancia que la vida te ofrece, sin mencionar los beneficios en tu salud y en la calidad de tus relaciones; así que el perdón al ser un cambio de percepción, un cambio a nivel mental y emocional que mejora tu vida de formas considerables no conviene que lo demores; lo que sí puede estar condicionada es la reconciliación.
Una reconciliación supone el restablecimiento de la confianza y el fortalecimiento del vínculo, por eso es que aunque el perdón sea incondicional, la reconciliación no siempre es posible, ya que después de haber ocurrido el daño u ofensa, si no hay una toma de conciencia real y una disposición a modificar lo que sea necesario para mejorar la relación, es muy probable que vuelva a ocurrir todo de nuevo y no se trata de que toleres situaciones en las que estés en riesgo o que no te permitan estar en paz. Puedes perdonar y alejarte, sacar de tu vida aquella persona y relación que no te hace feliz.
Es probable que te sientas obligado a continuar la relación sobre todo si se trata de algún familiar o relación laboral en la que sea muy complicado dejarla; en esos casos, es posible que hayas perdonado pero que tengas que poner límites claros y aplicarlos con determinación con el propósito de estar bien. Nada puede ser tan complicado como para que descuides tu bienestar, seguridad y salud mental.
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